Pues bien, ya se sabe que Garzón estuvo en la cacería para brindar "por los próximos 20 años del PSOE en el poder". No olvidemos que Garzón dejó la carrera judicial para estar en política con dicho partido, algo que cuestiona su imparcialidad. Pues bien, también se sabe que el comisario general de la Policía Judicial, Juan Antonio González, estuvo en la cacería. Teniendo en cuenta que este señor es responsable de las detenciones... ¿qué podemos pensar? Nada bueno, sin duda Veremos en qué queda todo esto, pero puedo augurar que todo acabará un tiempo después de las elecciones y como todos lo habremos olvidado, aquí paz y después gloria.
Les dejo con un artículo encontrado en Minuto Digital, llamado ¿Cuánto más soportaremos a Garzón como juez de la Audiencia Nacional?
Sin embargo Garzón sigue conociendo de la llamada Operación «Gürtel», pese a que sus correrías cinegéticas con Bermejo y las continuas filtraciones procedentes de la causa que instruye aconsejarían, aunque fuera sólo por guardar las formas, que se apartase del caso.
Y es que Garzón atesora un largo historial de actuaciones judiciales de las que podría interpretarse que además de lo estrictamente jurídico, contienen una clara intencionalidad política o de protagonismo personal. No nos vamos a remontar a la época de los GAL. Basta recordar su decisión de acompasar al paso de la negociación del gobierno Zapatero con ETA la aplicación de la ley a los batasunos, siguiendo la doctrina de Pumpido de “mancharse la toga con el polvo del camino” y de su compinche de cacería Bermejo y aquello de “lo que la jugada aconseje”. ¿Y qué nos dicen sobre el caso del Bórico?, cuando Garzón quiso mantener su competencia frente a la jurisdicción ordinaria, pese a que hasta para un estudiante del primer curso de Derecho Procesal era meridiana su falta de atribuciones para instruir el asunto. Garzón se llevó un revolcón jurídico tras ser apartado del caso por el tribunal superior, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Como también acabó mal parado en su disparatada causa general contra el franquismo, calificada como tal hasta por el Ministerio Fiscal, y en la que dejó patente su parcialidad como juez, ya que en fechas anteriores había desestimado seguir procedimiento alguno contra Carrillo e investigar la matanza de Paracuellos.
Si una característica ha de reunir un juez es precisamente una independencia sin tacha ni sombra. Garzón nunca debió volver a la Audiencia Nacional tras su paso por política. Si su vocación es la judicatura su puesto habría estado en un anónimo juzgado de instancia (civil), ajeno a polémicas. Claro, que si su vocación es otra, lo que debería hacer es abandonar la carrera judicial y dedicarse a lo suyo, sea lo que sea.
Garzón, ¿cuánto más tendrás que hacer para reconciliarte con el PSOE?¿Cómo haces para que no te pase nada?
Alguien poco sospechoso de ser de derechas como el alcalde de Las Palmas, el ex ministro Jerónimo Saavedra, pide la dimisión de Bermejo, pero ya saben cómo se las gasta el ministrillo: es de izquierdas y como tal, actúa. Lo mismo le pasa a Garzón.
2 comentarios:
Este individuo no puede seguir un minuto más dentro de la carrera judicial.
Cada segundo que pasa sin que el CGPJ lo aparte y abra un expediente sancionador,es una mofa y un escarnio a la Justicia,al Estado de Derecho y a la división de poderes.
No olvidemos un importante que conocíamos el fin de semana, y del que doy cuenta hoy. Garzón ha acudido a unas 40 cacerías de 6.000 euros el puesto. Como evidentemente no las ha podido pagar con su sueldo, sería importante investigar para saber quien se las ha pagado.
Saludos
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