Dios se ha hecho hombre, una vez más.

Primero Jesucristo. Diecinueve siglos después dicen que adoptó la figura de un jugador de baloncesto ya mítico y de un jugador de fútbol con problemas posteriores con los abusos de alcohol y drogas. Ahora es Obama.

Fíjese usted: Estados Unidos, que estos últimos años ha sido la bestia negra de la izquierda de todo el mundo, el malo de la película. Pues resulta ahora que es el mejor país, el que todo lo puede... bueno, no, Barack Hussein Obama es el superman. ¿Hay crisis económica? Tranquilos, que viene Obama y lo resolverá. ¿Hay conflicto en Israel y Palestina? Pues a pesar que no ha dicho ni mú en todo este tiempo, también lo resolverá. ¿Hay guerra en Irak y Afganistán? Tranquilos que las resolverá y las tropas de todo el mundo volverán a casa. ¿Hambre en el mundo? Tranquilos que no la habrá.

Y sólo es un hombre, pero qué hombre: SuperObama. Decía el que será el nuevo presi yankee que habrá decepciones... seguramente, cuando la gente se dé cuenta que simplemente eres un hombre más del mundo con la increible suerte de ser presidente del primer país del planeta, por ser negro, pero presidente. Al fin y al cabo, ¿qué sabemos de Obama? Pues buenas palabras (a quién me recordará eso) y un lema que no dice nada como el de Yes, We can (de qué me sonará eso también. Ah sí, ZP y Motivos para creer.. en el desastre).

Todo eso a la izquierda le da exactamente igual, tiene a su nuevo ídolo. No serán creyentes, pero creen que Dios se ha vuelto a manifestar en la Tierra, trajeado, educado, sonriente y lleno de frases vacías y ninguna concreción que llevarse a la boca... eso sí, también hace milagros: conseguirá todo lo dicho dos párrafos arriba. Cuanto más se lo crean, más dura será la caída.

Amén.

Les dejo la canción del momento, la que tararean los progres antiEEUU de ayer y proYankees hoy. Sí, también de Rammstein, y es que Amerika es maravillosa... ahora. Claro, creen que es de los suyos.