En la semana en la que el dichoso Lewis Hamilton ganó el campeonato de F1 ocurrió algo que ya comenté en la anterior entrada.
Días después de enterarnos qué piensa la Reina no puedo por menos que exclamar: ¡Señores! ¡Estamos cometiendo una burrada, algo imperdonable! Y usted se preguntará: ¿qué dice este majadero? Pues verán: lisa y llanamente pensar como pensamos. Ser un conservador, sí, sí, en sentido totalmente despectivo, con ánimo de insultar.
Si usted, lector hipotético, piensa que no es ético ni lícito un aborto porque sí, si está en contra de la eutanasia o si considera que no se puede llamar matrimonio a la unión legal entre homosexuales, debe pedir inmediatamente perdón y, por ende, no decir nunca más lo que está dentro de su cabecita. Faltaría más.
Pero, ¿qué pensaban? ¿Que en un país donde el caudillo es un progre acomplejado por la muerte de un familiar al que no conoció, un progre que invierte los pocos valores que quedaban y un progre que no ha parado hasta que no ha devuelto los fantasmas guerracivilistas iban a poder pensar distinto al rebaño? No bonitos. Ni la mismísima consorte del jefe del estado (en minísculas) puede pensar lo que piensa porque van a por ella, obligan a decir que no dijo eso, etc.
Donde en periódicos como El Mundo un colaborador lo más fino que dice sobre ella es:
La Reina reconvertida en Pitufita Gruñona. Nos llevamos las manos a la cabeza a causa de las trasnochadas opiniones de una consorte que, a sus 70 años recién cumplidos, confunde la velocidad con el tocino y el acto de razonar con el de empalmar una sandez detrás de otra.
¿Somos trasnochados los que estamos en contra del aborto, eutanasia y llamar matrimonio a las uniones legales entre homosexuales? ¿Debemos pedir perdón? ¿Ésto no era una democracia? ¿Callarnos? ¿Mordernos la lengua? Pero coño, ¿no era una democracia? ¿Llevar nuestros pensamientos dentro y alzar en puño y decirle a ZP y a sus colaboradores amén? ¿Dónde iremos los que nos consideramos de derechas, conservadores o, peor, los que sean de izquierdas pero no comulguen con el dogma zapateril progresil?
A quien piensa distinto se le echan al cuello, según el tema en cuestión, una horda de progres del lobby de turno (esta vez homosexual) y mucho talante. Todos iguales, pensando lo mismo y adorando a ZP y al mester de progresía. Así nos va: según Público el PSOE iguala al PP y son más los que aprueban lo hecho por ZP que lo hecho por su bufón barbudo. Vamos bien.
Días después de enterarnos qué piensa la Reina no puedo por menos que exclamar: ¡Señores! ¡Estamos cometiendo una burrada, algo imperdonable! Y usted se preguntará: ¿qué dice este majadero? Pues verán: lisa y llanamente pensar como pensamos. Ser un conservador, sí, sí, en sentido totalmente despectivo, con ánimo de insultar.
Si usted, lector hipotético, piensa que no es ético ni lícito un aborto porque sí, si está en contra de la eutanasia o si considera que no se puede llamar matrimonio a la unión legal entre homosexuales, debe pedir inmediatamente perdón y, por ende, no decir nunca más lo que está dentro de su cabecita. Faltaría más.
Pero, ¿qué pensaban? ¿Que en un país donde el caudillo es un progre acomplejado por la muerte de un familiar al que no conoció, un progre que invierte los pocos valores que quedaban y un progre que no ha parado hasta que no ha devuelto los fantasmas guerracivilistas iban a poder pensar distinto al rebaño? No bonitos. Ni la mismísima consorte del jefe del estado (en minísculas) puede pensar lo que piensa porque van a por ella, obligan a decir que no dijo eso, etc.
Donde en periódicos como El Mundo un colaborador lo más fino que dice sobre ella es:
La Reina reconvertida en Pitufita Gruñona. Nos llevamos las manos a la cabeza a causa de las trasnochadas opiniones de una consorte que, a sus 70 años recién cumplidos, confunde la velocidad con el tocino y el acto de razonar con el de empalmar una sandez detrás de otra.
¿Somos trasnochados los que estamos en contra del aborto, eutanasia y llamar matrimonio a las uniones legales entre homosexuales? ¿Debemos pedir perdón? ¿Ésto no era una democracia? ¿Callarnos? ¿Mordernos la lengua? Pero coño, ¿no era una democracia? ¿Llevar nuestros pensamientos dentro y alzar en puño y decirle a ZP y a sus colaboradores amén? ¿Dónde iremos los que nos consideramos de derechas, conservadores o, peor, los que sean de izquierdas pero no comulguen con el dogma zapateril progresil?
A quien piensa distinto se le echan al cuello, según el tema en cuestión, una horda de progres del lobby de turno (esta vez homosexual) y mucho talante. Todos iguales, pensando lo mismo y adorando a ZP y al mester de progresía. Así nos va: según Público el PSOE iguala al PP y son más los que aprueban lo hecho por ZP que lo hecho por su bufón barbudo. Vamos bien.
3 comentarios:
Lo de elmundo.es es de traca. Deben de ser más progres que en El Plural, y ya es decir.
Un saludo
Pues en eso es en lo que está este gobierno y los medios, lo gracioso es que la Casa Real hace tiempo que sigue los dictados de Zapatero.
Saludos
Menudo día llevo, puedes borrar el anterior comentario que evidentemente hacia yo. Lo repito de nuevo.
Pues en eso es en lo que está este gobierno y los medios, lo gracioso es que la Casa Real hace tiempo que sigue los dictados de Zapatero.
Saludos
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