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lunes, 23 de febrero de 2009

Adiós Bermejo, adiós



Las cosas en política son sorprendentes. Cuando se llevaban semanas forzando las cosas contra el PP por los supuestos casos de corrupción que está llevando Garzón, resultó que el dichoso juez estrella, el ministro Bermejo, la fiscal del caso y el jefe de policía encargado de las detenciones coincidieron el fin de semana posterior de desatarse la trama, digamos que casualmente. Coño, todo en esta vida tiene una probalidad de suceder, ¿por qué una coincidencia de esas cuatro personas no iba a ser casual? ¿Una entre varios millones? Pues esa vez pudo ser esa única oportunidad. Mal pensados.

El caso es que cuando más se pedía ceses en el PP, resulta que Bermejo entraba a cazar a la finca estatal toledana de Quintos de Mora y en Andalucía sin licencia. Todo un ministro de justicia saltándose la ley como le sale de los santos cojones (con perdón). La presión que habrá tenido el "buen" hombre, todo un sectario, ha sido tal que presentó su dimisión el pasado jueves. No sólo este fin de semana Mariano Rajoy pidió su dimisión, días antes el alcalde de Las Palmas, el socialista Saavedra lo pedía también. Las 20.39 del 23 de febrero, ¡¡qué fecha!!, y Bermejo HA DIMITIDO. Por lo menos un político que dimite, eso hay que reconocerselo. Pero eso sí, no debe volver a la fiscalía, no sería un fiscal imparcial.

Curioso es ver que Solbes no se le ocurre otra cosa que decir que tiene envidia al ex ministro. Vamos a ver, Solbetes, si quieres irte, vete, pero no toques los huevos tomando medidas inútiles. Luego está la señorita Pajín, alías la Piraña, la que tanto evoca a Sánchez Dragó que "se conforma con lo que el apellido sugiere", diciendo que Rajoy debe dimitir por los casos de corrupción. Pues oye, no sé si por ese motivo, pero que debe dimitir, ésto está clarísimo.

Por cierto, el sucesor de Bermejo es un tal Francisco Caamaño, secretario de Estado que negoció el estatuto catalán, al que calificó como muy ambicioso. Esperemos que el nuevo no sea peor que el predecesor, todo un sectario. El definir tan positivamente el estatuto hecho por el parlamento catalán es, cuanto menos, poco alentador.

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No puedo publicar este artículo sin hacer mención que hoy es 23 F, aniversario del esperpéntico intento de golpe de Estado. Por muy malo que sea esta pseudodemocracia es mejor que una verdadera dictadura, aunque al fin y al cabo lo único que lo diferencia es que una supone el poder de un único partido y lo nuestro es el poder de dos partidos que se turnan en el poder. En cualquier caso, nadie es quien como para dictar a los demás qué pensar.

Y tampoco puedo olvidarme que nuestra Pe ha ganado el Oscar por su papelón en Vicky Cristina Barcelona, una película que sin aburrir, no será la mejor de Woody Allen y en la que Pe no es que se merezca un Oscar, precisamente. Pero bueno, es española y hay que celebrarlo.

2 comentarios:

Miguel A. Pazos Fernández dijo...

Disiento en lo de Pe, pero bueno. Eso sí, iba muy mona.

Y en lo de Bermejo... no era sin tiempo!

Caballero ZP dijo...

Coincido con Miguel, y añado, no me gusta Pe como persona, no me gustan las películas en las que participa, no me gusta como actriz, no me gustan sus compañías, y no me gusta el director de la película.
Jejejejejeje, que negativo estoy.
Saludos