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viernes, 9 de abril de 2010

Barcenas y Garzón

Buenas noticias las que conocimos ayer.

Por un lado, por fin Bárcenas ha dejado de ser tesorero del PP pero seguirá siendo senador quizás por aquello de estar protegido legalmente, lo que ya da más indicios de su posible culpabilidad. ¿Y cómo ha sido todo? Luisito presentó la dimisión y Rajoy se la aceptó. Grande Mariano, llevando a cabo la estrategia del avestruz para todo aquello que le es molesto o es complicado gestionar. Malo es ZP, pero creo que usted está a su altura.

Y luego tenemos la gran noticia: el más que posible principio del fin del juez estrella, el rey mago Garzón. Este señor ha estado viviendo muchos años instalado en la creencia que estaba por encima del bien y del mal, buscando abrir telediarios por medio mundo para juzgar a personas que no son españolas y cuya competencia correspondería a La Haya. Esta vez tres han sido las causas que pueden retirarle: intentar juzgar los crímenes del franquismo, olvidándose de los crímenes del otro bando que fueron muchos y que hay una ley de Amnistía, ley que alegó para no tener que procesar a Santiago Carrillo pero que no le impidió hacer el ridículo pidiendo la partida de defunción de Franco; pedir dinero a Botín para financiar unos cursos, cuando volvió tuvo entre manos un caso relacionado con el banquero y no se inhibió; por último, las escuchas a abogados y acusados del Gürtel, hecho grave y sólo reservado en casos de terrorismo y cuando se cree que el abogado puede estar en el ajo.

Recordemos que otros jueces han sido tratados con muchas menos contemplaciones que el rey mago Garzón, como Gomez de Liaño y el sorprendente caso de Calamita.

Que caiga Garzón puede dar cierta credibilidad al sistema judicial y más si se tiene en cuenta que varela no parece ser un juez conservador. Pero no olvidemos que la justicia está muy politizada y quien está en el centro de atención es Garzón, odiado en la derecha y parte de la izquierda, quien es todavía poderoso y tiene el apoyo del gobierno y del Fiscal de Gobierno. Siendo realistas, ¿es realmente el principio del fin de Garzón? Como ya he dicho, espero que sí. Es muy posible, pero habrá que esperar a ver si es probable.

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